Todos los años se me echa el verano encima y me pilla con los pies machacadísimos por el invierno. Y es que el llevar los pies tan tapados durante tantos meses no es bueno.
La piel queda deshidratada y nos quedan los pies secos y ásperos, generalmente con durezas en la zona de los talones y agrietados (muy anuncio de neutrogena, no?)
Además, el calzado que solemos utilizar en primavera y verano tampoco suele resultar muy bueno para nuestros pies. De echo, a mi se me resecan todavía más en verano entre el agua de la piscina, o de la playa, la arena, las sandalias con taconazos y, justo lo contrario, las sandalias demasiado planas.
Por eso es que en breves seremos bombardeadas por anuncios de todo tipo de cremas para el cuidado de nuestros pies.
¿Pero son realmente tan milagrosas? ¿Cómo deberíamos cuidar nuestros pies?